Eternidad

*Recuérdame como un día imaginaste que fui

jueves, 4 de junio de 2009

Descargas eléctricas/Susurros

Noches solitarias sobreviviendo a base de descargas eléctricas. Y es que después de un repentino remolino de sentimientos que parecía hacer rebosar esa fosa de vacío que me acompaña desde hace meses, ha dado paso a una Nada muy vulnerable. Cuando te acostumbras a convivir la mayoría del tiempo contigo misma, los acercamientos por parte de la gente son muy peligrosos, pero a la vez muy tentadores, y yo, cómo no, he sucumbido a la tentación. ¿Cuál es el problema? Que apesto a soledad, y estas muestras de cariño han sido demasiado pasajeras, pero duelen como si me hubieran rajado el cuerpo entero. Y es que como ya he dicho alguna vez, es muy fácil adaptarse a lo bueno, pero tremendamente difícil aguantar lo malo. Tanto, que me engañan constantemente. Sí, llámenme ilusa sin ningún reparo, así soy. Mi mente y mi cuerpo quedan tan destrozados después del “tornado”, que me siento muy vulnerable, y más sola que antes. Necesito estar aislada de las personas, para evitar nuevas muestras de cariño, que ahora supondrían dolorosas descargas eléctricas como castigo a mi ilusionismo cansino. Y así, está noche, necesito vomitar palabras, sacar de mí el hastío, para tener un poco de paz artificial, y mañana comenzar otro día, pudiendo olvidar, con esmero, el tedio.

Me siento tan vulnerable que un solo susurro bastaría para terminar de matarme. Pero que no dejen de tocar a las puertas de mis oídos los susurros, por muy débiles o pequeños que sean, que no cesen… Si cesan, yo… Pero que se alejen, que me odien, que sientan náuseas sólo con rozar mi pelo, que busquen otros oídos adornados con pendientes de princesas, y que alquilen piso en la mente de alguna dama que desencaje menos con las notas de la tan silenciosa pero aún pequeña voz que por las noches imagino cantarme Nana(s) y me hace quedarme dormida con una sonrisa de nostalgia, pero plena, porque de alguna forma, el pequeño susurro está tarareando mi melodía preferida. ¿O es todo producto de mi imaginación?

4 comentarios:

  1. No hay nada peor que sentirse vulnerable y que los demás se den cuenta. Así es más fácil herirte.
    La soledad es una constante en la vida. La gente que se aprovecha, que se dedica a regalar oídos, también. Sólo hay que aprender a repelerlos, a usarlos lo mismo que ellos nos usan a nosotros.

    Ánimo, neneta!


    Muuacks!

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  2. El truco de los valientes es no decir nunca q tienen miedo.

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  3. El hecho de reconocer el estado de vulnerabilidad es en si mismo un acto de gran fortaleza

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  4. "Me siento tan vulnerable que un solo susurro bastaría para terminar de matarme."

    En ocasiones, la mayor de las fortalezas se derrumba con una suave brisa.
    Te sigo (:

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