Ana tiene 17 años y escucha música a todas horas. Se imagina
cómo las notas de cada canción estiran de las líneas del pentagrama y las
enredan por su cuerpo.
Ana pasa todo el día en el instituto y es la mejor, pero
acostumbra a sentirse muy vacía por dentro. Coge el autobús a las 8:25h y
vuelve a casa a las 17:45h, momento en el que enciende el ordenador y deja a la
música llenar su habitación.
Ana se tumba en la cama y como cada tarde intenta descubrir
nuevos significados a las letras. Escucha mucho rap. No es un género que le
guste especialmente, pero en esta época de su vida le salva.
Ana tiene 17 años y piensa en por qué se siente tan sola, en
por qué no puede ser como sus amigas, parece que no tengan problemas. ¿Por qué
tiene problemas Ana, si sólo tiene 17 años?
Ana escribe mucho. En las libretas de clase, en la agenda,
en su ordenador, en post-its. Escribe a todas horas, y a veces dibuja. Hace
dibujos de caras largas y sierras, y de corazones deformes con florituras
alrededor.
Ana es rara. Hace muchas bromas y siempre sonríe a las
personas que aprecia. Le gusta sonreír a la otra Ana, y a Víctor, el futuro
arquitecto/gigoló. Pero Ana es rara, tiene 17 años y se pregunta por qué tiene
problemas.
Ana mira hacia la pantalla brillante del ordenador y ve que
Oscar le está hablando. Otra vez. Sonríe pero enseguida siente la patada de
siempre en el estómago. Se gira hacia el otro lado de la cama e intenta
perderse de nuevo en su rap. Entonces le llega un mensaje de texto al móvil: “te
tengo en la cabeza y te prefiero en mi almohada”. A Ana se le acelera el pulso,
David siempre le pone nerviosa. Busca la canción donde sale esa frase y se
recrea en el exquisito placer de saber que alguien piensa en ti cuando escucha
esa letra. Ana se ríe tímidamente.
David escribe verdades como puños, deja a Ana anonadada.
¿Cómo puede un chico de 17 años escribir así? ¿Cómo puede tener esas ideas? Ana
y David escriben historias en sus conversaciones, a estas alturas tendrían 10
novelas ya. David le envía muchas frases de canciones, pero nunca escribe sobre
ella, aunque la piense a menudo.
Ana cree que David no le quiere lo suficiente porque nunca
escribe sobre ella.
Ana tiene 17 años, es rara, sueña mucho y vive poco, lleva
un abrigo negro donde esconde su cara para huir del mundo, y cuando sale a las
8:15h cada mañana sólo piensa en que sean las 17:45h para olvidar que está
vacía y que tiene problemas, pues David está muy lejos pero es lo más cercano a
la comprensión que tiene en esos momentos.
Ana ya no tiene 17 años, ya no llega a las 17:45h del
instituto ni recibe mensajes de texto que dicen: “sólo con mirarte ya te
intuyo, es de estar sin ti de lo que huyo”.
Ana ya no tiene 17 años y se pregunta por qué tiene
problemas.
"Le gusta sonreír a la otra Ana, y a Víctor, el futuro arquitecto/gigoló."
ResponderEliminarEcho de menos aquellos tiempo, cuando nos pasabamos las clases de francés escribiendo en nuestras agendas cualquier tontería. Os echo de menos.
Me ha parecido genial! Y super bonito!!! =D=D Yo tambien os echo de menos!
ResponderEliminar