Un día llegué a casa y me pregunté: ¿de verdad he estado 7 horas fuera? Parece que sólo fuera un lapsus de mi mente y que en realidad sigo sentada en la silla, con la cabeza apoyada en mi mano, pensando por qué la felicidad no está hecha para personas como yo. Sayer me diría en una situación como esta que la felicidad es aburrida, pero no sé qué es peor, eso o el vacío. Un vacío intermitente, que aparece cuando crees poder hallar esa sensación de plenitud. Vale, sí, siempre he sido un alma descarrilada en cuanto a sentimientos, y que por instinto elegiría el camino de la amargura, pero eh, yo también quiero un break.
Por lo demás, todo se resume a rutina. Sal de casa, pon una sonrisa en tus labios, parece una persona normal, relaciónate con la mediocridad, hazte ver como tal, que si destacas, peor será. Estudia, vuelve a casa, agóbiate, sueña y agóbiate más por no conseguir que el sueño se transforme en realidad. Frústrate por no poder escribir o porque lo único que puedas escribir sea esta mierda. ¿La normalidad es una enfermedad contagiosa? ¿Puede la esencia de una mente soñadora, perversa, quizá manipuladora, y un poco idealista volverse simple? Ay… un día, llegaré a un sitio que no se corresponderá conmigo, y entonces, realmente habré dejado de ser yo.
Nos vemos en el comienzo de la noche, cuando aparquemos nuestros cuerpos y nos unamos en un tornado de sentimientos que nos haga estallar de placer…mental. Que no hay mejor sensación que una mente en sintonía con otra.
ummm placer mental..
ResponderEliminarBonito blog, actus geniales
Tu...indescriptible.
Espero mas actus, escribes genial, sigue asi!
Att: Un admirador de tu mente...y tu cuerpo...:P
¡Qué perfecto!
ResponderEliminarMe encanta. :D
Tienes que distingir entre Felicidad, Hastío y Tristeza. La felicidad que perdura más allá de un par de días se convierte en puro hastío. Supongo que la gente está así de tontuna por aquello de «el objetivo es la felicidad».
El aislamiento es el premio.
¡Un beso! :)