Eternidad

*Recuérdame como un día imaginaste que fui

lunes, 18 de octubre de 2010

Feliz cumpleaños

Sin pensarlo, y contra todo pronóstico, tal y como cierto genio vaticinaba, llegó un día en el que me cansé de tanta gilipollez, de tanta subnormalidad propia de niños caprichosos y retrasados, sin ninguna motivación mayor que el “me da igual todo” como forma de vida. Mucho más fácil la supervivencia de esta manera, ya que la implicación es mínima y por tanto el riesgo es aún menor. Qué mediocre, sin embargo, me parece ahora una existencia tan nula, cuando no hay nada en la vida que te haga sonreír, o te ilusione para salir y comerte el mundo. Qué vacía.

Y el problema es que a veces estas personas intentan jugar con los sentimientos. Pretenden querer, amar, convivir con la gente… Pero no pueden. No pueden porque para querer se ha de saber QUÉ es querer. Y eso no se aprende, se siente y punto. No hay más. Pero claro, esto es lo que ocurre cuando la Luna ve al Sol y se enamora completamente, queda hechizada por su brillo, y quiere ser así también. Quiere brillar. Cree que puede brillar, pero tan sólo es una Luna que sólo aspira a ser el reflejo de la luz de otros soles.

Bien es cierto que en los eclipses la Luna tapa por completo al Sol, dejando por tanto de brillar. Pues me siento como si durante mucho tiempo me hubieran arrebatado la luz. Porque cuando no es tuya, quema, arde, te abrasa la piel, la odias, porque es tan… potente, arrebatadora, arrasadora, que alguien que no la emite no podría soportarla, y, ¿qué mejor modo de calmar los sentimientos negativos jodiendo la existencia del otro para así estar al mismo nivel?

No he tenido luz, alguien a quien me entregué en cuerpo y alma me la robó porque le recordaba constantemente que él sólo era una sombra mediocre y del montón. Que podría haber brillado si quisiera, pero alguien con el “me da igual” como forma de vida jamás puede brillar. Jamás. Así que yo queriendo ser radiante y sin poder serlo. Queriendo sonreír y viendo que sólo salían resquicios de tiempos pasados en los que la risa era gratuita, los días eran soleados (porque yo brillaba), y la vida era un pelín menos amarga.

Pero cuando la persona que más te importa en el mundo se vuelca de lleno en hacerte sentir miserable, como un defecto de fábrica en sí, siendo todo lo relacionado con mi persona negativo e insoportable, una llega a pensar que realmente se equivocaron al crearme. Que mi ADN estaría excesivamente mutado y que yo era el resultado más nefasto de la humanidad.

Y entonces llegó alguien. No alguien cualquiera. Otro Sol, que por supuesto reconocía el brillo marchito detrás de mis ojos tristes y mi sonrisa torcida. Me enseñó toda la verdad desde el principio, y yo no le hice ni puto caso. Porque ante todo yo tenía que defender a quien me importaba. Y mareada como estaba de tanta incertidumbre, de tanto hijoputismo y niñatería, como si yo fuera una puta margarita a la que deshojar una vez tras otra porque no duela nada que vayan arrancando hoja por hoja. Claro que duele, duele muchísimo, es una tortura que no ha tenido fecha de caducidad NUNCA, y que cada vez ha pesado más, pero sin importar, pues las personas que sabemos querer DE VERDAD no tenemos en cuenta que nos vayan castigando y dando puñaladas COBARDES una vez tras otra. Hasta que llega un punto en el cual por alguna extraña razón que aún me cuesta comprender Sí se empieza a tener en cuenta. Sí se comienza a ver que no es así porque te lo mereces, que te habla mal porque has dicho una estupidez, que se enfada porque lo has provocado. Que no te lo mereces. Que nunca te lo mereciste.

A veces la vida es muy injusta, pero al final, señoras y señores, el tiempo pone cada uno en su lugar. Y los hijos de puta retrasados que tratan así a la gente porque tienen un dilema mental impresionante, porque no les han querido y por tanto no se quieren, porque no saben ni lo que sienten ni por qué lo sienten, porque no entienden que la gente pueda tener afección por ellos, porque la rechazan y joden la existencia de las personas con buenas intenciones, como lo fui yo. Y me compadezco tristemente, porque todos en esta vida estamos jodidos, pero no me gustaría tener una mente tan oscura y desconocida, y menos me gustaría no poder llegar a querer nunca a nadie, ni a mí misma, por no decir que odiaría destrozarle la vida a alguien puro e inocente que solamente intentó compartir una vida conmigo.

Gracias a ser como soy, alguien maravilloso, no sé cómo, y aún se lo estoy agradeciendo cada día, pudo atravesar mi barrera mental y pudo llegar a mí, Pudo ver TODO lo que pensaba y sentía, y tuvo que lidiar con su propia frustración al ver que yo no dejaba de pensar lo que pensaba, que no veía la luz por alguna parte. Pero este maldito ser superior lo consiguió, NO SÉ CÓMO, pero lo consiguió.

Y gracias a él volví a sentir… algo dentro de mí, algo puro, en medio de todo un caos de sentimientos enfrentados y demasiado marchitos ya, demasiado hastiados de tanto mareo. Volví a sentir la pureza de los sentimientos más sencillos y bonitos.

Que mientras el falso rey del mundo se creía Dios por humillarme y dejarme mal, esperando a que COMO SIEMPRE, volviera a chuparle la polla tarde o temprano, yo estaba mirando fijamente a los ojos de la persona más única y maravillosa que jamás he conocido, dejándome llevar por la tranquilidad que me transmitía, y teniendo la certeza de que Él sí que se trataba de un Dios de verdad, de un ser superior al que de alguna manera interesaba y conectaba directamente con mi mente..

Y por culpa de esta persona, afortunadamente, ahora puedo hacerme este grandioso regalo de cumpleaños, ahora puedo ver la mierda en la que he estado metida más de 4 años, creyendo que era caviar del bueno, y por fin, POR FIN, puedo decirte esto:

TU JUEGO CONMIGO SE HA ACABADO.

No vas a engañarme más. Que por mucho que sigas pagando tu soledad castigándome, a mí ya no me hace daño, porque aunque te crezcas delante de mí y pienses que sin ti no soy nada, esa canción ya es historia para los dos, porque cuando te giro la cara y sigo mi camino, sólo estoy pensando en una persona.

Y esa persona NO eres tú.

Feliz cumpleaños, Ana.

3 comentarios:

  1. Maravilloso.
    Sabía que la inspiración renacería, como el Ave Fénix, después de haber muerto.

    Y es que eres un Sol, un Sol enorme:
    Me recuerdas a las enanas blancas, estrellas diminutas (a penas 3000 o 4000 Km de radio, similares a la Tierra) pero con un brillo cegador que hace que sean vistas desde casi cualquier parte del Universo. Pues así eres tú, pequeña y cegadora.

    Eso sí, espero y deseo de corazón que encuentres, en algún sitio y en cualquier momento tu estrella binaria (sistemas de dos estrellas que giran la una al rededor de la otra, algunas pueden llegar a intercambiar materia (pero ya es demasiado bizarro)).

    Un beso muy fuerte y un abrazo enorme Nanna, te lo mereces.

    PD: Y, sobretodo, muchísimas felicidades.

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  2. Catarsis pura.
    Vómito literario (mejor sacarlo como has hecho, porque dentro te estaba quemando).
    Feliz cumpleaños y recuerda: no necesitas a NADIE para ser quién eres y cómo eres. Si encuentras báculo en el cámino órdagao, pero no es él quien te hace tú. Tú lo eres desde y para siempre.
    Enfádate mucho. Grita. Pierde la compostura cuantas veces necesite y sonríe (si consigues alzar una ceja entretanto y alzar la nariz con cierto aire altivo, pues la ostia en bote). Y ya.
    No pienses que no te volverán a dañar, porque de humanos es el tropezón cíclico con los pedruscos del camino; pero cuando lo hagas PIENSA que dañar es lo fácil y amar si hacerlo mucho más difícil y sabio. Y TU ERES UNA PEQUEÑA SABIA.
    El Oráculo ha pisado sus huellas una y otra vez y ha esquivado algunas piedras de las que ayer la hicieron tropezar, pero sabe con certeza que nuevas piedras se van a poner delante si o si y que seguramente el flequillo demasiado largo, las Ray Ban holgadas que dejan entrar el sol por arriba y la puntera de las botas de montar, la harán tropezar y CAER, pero también SE que de tanto morirte acabas por aprender a resucirtar Y ESO ES MOLA... tanto como VOLVERSE A ENAMORAR (sobretodo si es el báculo que encaja en tu mano).
    Bienvenida pequeña.
    Vir.

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