Eternidad

*Recuérdame como un día imaginaste que fui

lunes, 26 de diciembre de 2011

Desire

Qué no daría por tenerte aquí ahora mismo. Que mi pantalla se iluminara cual luciérnaga nocturna avisándome de tu llegada en forma de prosa. Unas cuantas palabras bonitas para endulzarme el alma, y alguna que otra promesa de amor eterno, aunque acabe esta noche.
Lo daría todo por unas cuantas horas vagando de web en web mientras te espero, y aún daría más por tenerte en frente de mí. Ponle una mesa, un par de copas por medio y poco más. Ni te pido que te acerques, ni que me abraces, mucho menos que me beses. Tan solo te quiero delante de mí, mirándome como si el mundo acabara en mis dos pupilas.
Que tú has despertado lo que creía muerto y ahora estoy muriendo de descontrol, es imposible lidiar con tanto sentimiento contrariado junto. Si tan solo estuvieras aquí para sellarme los labios con una pizca de amor, una milésima pequeñísima de cariño, todo sería diferente.
Pero la realidad es que no estás y yo me paso el día soñándote. Te busco en mi vida y ni por asomo te encuentro, porque eres mi utopía íntima y no me queda más que soñarte, porque estás muy, muy lejos de mí, aunque yo esté tan, tan cerca.
Si por un segundo tocara tu mano y a través del tacto te transmitiera un poco de lo que siento te aseguro que este mundo se salvaría del hundimiento y nosotros seríamos eternamente felices.
Porque te deseo tanto que muero.

1 comentario:

Deja tu huella para la eternidad